Territorio - Sant'Antioco


Calasetta

El perfil suroeste de Cerdeña, la zona geológicamente más antigua de la isla, está marcado de una manera inconfundible por el archipiélago del Sulcis. Esto se compone de dos islas principales y varios islotes, de las cuales sólo uno está habitado. Las islas más grandes son las de Sant'Antioco (10.890 ha) y San Pietro (5130ha), junto con las cercana isla Piana (20 ha), mientras son deshabitados los islotes de la Vacca, del Toro, del Corno e dei Ratti. Sant' Antioco y San Pietro, dos triángulos de tierra emergentes desde la extensión azul del mar, a poca distancia de la costa y de fácil acceso, tienen una historia fascinante y única diferente del resto de Cerdeña.

Sant'Antioco

Los recursos medioambientales son extraordinarios; se puede acceder a maravillosas playas y reparadas calas con aguas cristalinas y profundidades tan limpias que se puede ver claramente cada piedra colocada en profundidad. Cerca de amplias vistas de naturaleza incontaminada, se encuentran las playas equipadas: el visitante puede elegir entre vacaciones de confort y relax, vacaciones de deporte- por los fuertes vientos es muy común la práctica del wind-surf, sin renunciar al buceo y a la pesca bajo el agua - y el descubrimiento de restos arqueológicos y de las maravillas naturales de las calas y acantilados, algunos de los cuales son accesibles sólo por mar.
Hay una sucesión de acantilados, playas, calas y ensenadas formados por el trabajo de erosión del agua y del viento: un espectáculo sublime.

Calasetta

Calasetta se encuentra en la costa norte de la isla de Sant’Antioco, en posición orientada con vistas a la isla de San Pietro. La actual Calasetta tiene una fecha muy precisa de nacimiento: 1770. Ese año llegaron a Sant'Antioco 48 familias de Liguria, desde Tabarka una isla de la costa tunecina, que habían pedido al rey Carlo Emanuele III de Saboya, rey de Piamonte y Cerdeña, el permiso para colonizar una parte de la isla. Al grupo original, tres años después se unieron alrededor de 50 familias del Piemonte. Durante los primeros años la vida de la comunidad no fue fácil. Más tarde, los problemas de rivalidad entre los de Tabarka y los del Piemonte se han resueltos: los primeros se dedicaron casi exclusivamente a la pesca, los segundos a la agricultura y en particular a la viticultura.

Sant'Antioco

El país de Calasetta está rodeado por playas entre las más famosas del Sulcis, por su arena blanca y aguas poco profundas; mirando al mar, destacan la iglesia de San Maurizio, las casas bajas y, en la parte superior de la colina, la Torre Sabauda que ofrece un espléndido panorama.
Desde el pequeño puerto se puede coger el ferry para ir a la cercana isla de San Pietro, cuyo casco, Carloforte, tiene una historia que está estrechamente entrelazada con la de Calasetta. Sobre la isla de San Pietro, de hecho, se estableció en 1738 una colonia de pescadores ligures de la isla tunecina de Tabarka. La identidad ligure-tabarkina del país se ha mantenido firme a través de los siglos, desde el punto de vista urbanístico y cultural. La cocina está fuertemente marcada de esta manera, con platos que no se reflejan en el resto de la isla, el famoso "cashcà", una variante del cus-cus tunecino con sémola y hortalizas; además no puede faltar el pescado, sobre todo el atún pescado y cocinado en el sitio en todas sus variantes.

Calasetta

La isla está conectada al continente por un istmo artificial cuya construcción se debe a la sofisticada ingeniería de la construcción fenicia-punica.
Después de los primeros asentamientos del Neolítico, que dieron origen antes a la civilización megalítica y luego nurágica –como se puede ver en los menhir y las "domus de janas" - la primera civilización avanzada que se ha establecido sobre estas riberas fue la Fenicia, dejando uno de los sitios arqueológicos más interesantes de toda la cuenca del Mediterráneo: el TOPHET FENICIO, dedicado a la inhumación de los niños, cuyas cenizas se guardaban en pequeñas urnas de terracota.


Sant'Antioco

El pueblo Sant’Antioco se ha creado sobre el antiguo casco de Sulky, cuya importancia derivaba de la función de puerto de embarque de minerales de la zona, su posición estratégica lo hizo un destino cada vez más popular de conquistas y asentamientos, y es así que ahora podemos leer la historia de la ciudad y la isla gracias a los estratos arqueológicos y históricos, que van desde elementos funcionales como aljibes, fuentes, murallas y fuertes a áreas de enterramiento y de uso cultural. Importantes reliquias, conservadas en el Museo Municipal, son testigos de la prosperidad económica y de gran vitalidad artesanal.
Gracias a los cartagineses al principio y a los romanos más tarde tenemos el primer mapa náutico y la construcción de un puente que conecta el continente. En el centro se puede visitar la Basílica de Sant’Antioco Mártire, cuyo núcleo originario remonta a los primeros cristianos y comprende el único conjunto de catacumbas de toda la Cerdeña. La iglesia fue cambiada radicalmente en los siglos posteriores hasta las apariencias actuales.